La ciudad de Oporto ofrece una gran variedad de espectáculos y experiencias para los amantes del fado. Sus casas, repartidas por el corazón de la ciudad, prometen a turistas y residentes el mejor canto tradicional de fado.
Ya sea por la noche con un concierto tradicional, durante la cena con espectáculos en directo o incluso durante un espectáculo de Fado Vadio, estos locales albergan a los mejores cantantes y guitarristas de fado de la ciudad.
El fado debe escucharse en silencio
Como el fado es esencialmente una experiencia auditiva, sus espectáculos deben escucharse en silencio. El ruido creado por las voces de la gente durante los espectáculos puede reducir la calidad de la música y poner en peligro la relación íntima que se crea entre el fadista y el público en la mayoría de los locales.
Además, el ruido de fondo puede confundir tanto al cantante de fado como a los guitarristas que crean las melodías. El ruido también puede molestar a quienes disfrutan de este tipo de espectáculo en silencio.
Uso de teléfonos móviles
Aunque el uso de teléfonos móviles está permitido durante los espectáculos de fado, el público debe confirmar que los dispositivos están en silencio. Si tiene intención de hacer una fotografía o una grabación, asegúrese de que el flash está apagado.
Los miembros del público deben ser conscientes de que el uso continuado de teléfonos móviles durante un espectáculo puede considerarse una falta de respeto a los cantantes de fado, por lo que deben hacerlo con moderación.
Aplaudir
Al contrario de lo que ocurre en los conciertos de música tradicional portuguesa, no es aconsejable que el público aplauda al fadista durante los espectáculos de fado. Este acto puede poner en peligro la relación entre el fadista y el público y confundir a los intérpretes.
Por lo tanto, se aconseja al público que aplauda sólo al final de cada canción para demostrar que está disfrutando del espectáculo.
Cantar con el fadista
A menos que el fadista pida al público que le acompañe durante una canción, esta práctica es desaconsejable. Esto se debe a que el sonido del público al cantar puede interferir en las interpretaciones del fadista.